lunes, 19 de enero de 2015

Falsos Mártires


Charlie Hebdo, revista satírica francesa que sufrió un atentado terrorista el pasado 7 de Enero, parece no haber sacado ninguna enseñanza de aquel lamentable suceso. Los terroristas, lejos de lograr su objetivo de silenciar a dicho semanario, han producido el efecto exactamente contrario: han legitimado el racismo e irrespeto por parte de este semanario. Unos caricaturistas que a mi parecer, aún dentro de la ley, carecen de algunos valores éticos, ahora parecen ser 'mártires que luchan por la democracia'. La brutalidad de estos terroristas, ayudada por la difusión dada por los medios a este caso, ha logrado que la parte supuestamente 'democrática' del mundo se ponga del lado de una revista de humor facilista y racista.

Y es que Francia y el resto de Europa no solo rechazaron el atentado (rechazo que comparto), sino que también se pusieron, sin mirar en ningún momento si las caricaturas causantes de la masacre efectivamente tenían contenidos racistas, del lado de personas de un actuar casi fascista, camuflados cobardemente detrás de la libertad de prensa. Considero eso un ataque más grave a la libre expresión que el de los terroristas, pues destruye desde adentro dicho derecho.

Repito, no se si Charlie Hebdo con sus caricaturas estuviese violando alguna ley, lo que sí me parece claro es que están insultando a quien piensa diferente, ridiculizando su fe, actuando como un 'extremismo ateo' si se quiere. De esa manera, pienso, nunca se va a lograr la convivencia, pues es casi tan culpable de la violencia quien provoca como quien ataca físicamente. No pueden excusar su agresión con que la del otro fue más grave, pues de esa manera nunca nadie puede progresar.

Esto se ve reflejado en que, aún después de los ataques, la siguiente edición del semanario no difirió mucho de las que enfurecieron a los bárbaros que atacaron. La portada, además de caricaturizar de nuevo a Mahoma, considerado blasfemia por los musulmanes, sosteniendo un letrero que dice 'je suis charlie', dice arriba del profeta 'todo esta perdonado'. Esta portada, si uno la mira por encima, parece un gesto noble del semanario, que perdona a sus victimarios. Pero, si vamos un poco más allá, podemos ver que la caricatura de Mahoma da a entender que Charlie perdona a todo el pueblo musulmán. Y para uno perdonar a alguien significa que lo ve como responsable. En resúmen, la portada responsabiliza al pueblo islámico de la barbarie.

Todos estas caricaturas, además del apoyo de Francia a ellas, han provocado numerosas protestas en varios países islámicos, algunos democráticos como Turquía. El pueblo islámico, en su mayoría bueno y pacífico, se ha cansado y ha estado pidiendo lo que es su legítimo derecho: el derecho a que les respeten sus creencias. El tema religioso es y siempre ha sido muy polémico, pues nadie puede probar que su visión es la correcta, ni ateos, ni musulmanes ni cristianos. La única salida es cada uno practicar cada uno su religión o su ateísmo, eso sí, sin ridiculizar la del otro.

En resumen, no pretendo, de ninguna manera, defender a quienes asesinaron de forma cobarde a los caricaturistas y las otras personas. No existe forma de defender lo indefendible, no hay manera de justificar la estupidez de matar por una idea. Pero, por condenar a estos miserables, no se puede pasar a crear falsos héroes, no se puede legitimar la incitación del odio afirmando, de manera ridícula, que tienen derecho a difundir imágenes racistas. Ni se puede justíficar a los terroristas diciendo que las caricaturas ofendieron su fe, ni se puede convertir en mártir de la democracia a quien no lo es por el simple hecho de que unos idiotas hayan decidido asesinarlos.